La Plaza México en total decadencia

Apenas la semana pasada se vivió uno de los episodios más bochornosos que se han visto en la Monumental Plaza de Toros México, y vaya que los ha habido.

Sí, la “tercera plaza de toros más importante del mundo”. Y lo escribo entre comillas porque hoy está lejos de serlo y por el contrario se asemeja más a cualquier plaza de pueblo en donde se realizan fiestas y pachangas, qué con el debido respeto a los pueblos, en donde además estas fiestas y pachangas no sólo son positivas, sino necesarias, no tendrían porqué suceder en un recinto con tanta importancia histórica como lo es el monumental coso de insurgentes, el más grande del mundo.

Una “pamplonada”. Y una vez más entre comillas porque la pamplonada se corre en Pamplona, con encierros a lidiarse por la tarde de ese mismo día y con una liturgia tan profunda que ha hecho de Pamplona en San Fermín la fiesta más importante en cuanto al toro y a los encierros se refiere. Lo de La México fue correr (si a lo que vimos en las imágenes se le puede llamar así) con becerros en un circuito corto y peligroso, sin tener ni la más mínima idea de lo que conlleva correr un encierro. Se pusieron en peligro a muchos aficionados y público en un evento por el cual, además, se cobró.

También cabe mencionar que si deseabas asistir solo a la novillada que se lidiaría ese día, había que pagar por el “encierro”, sea por correr o por ver. Una mala jugada por parte de quienes manejan nuestra primera plaza y que para juzgarlo no hay que ser ningún experto en toros ni espectáculos, porque además de la pésima organización, ni siquiera hubo transmisión en los medios, ni fotos, ni videos, ni nada de nada. Pienso que los mismos organizadores sabían de la tontería que esto podía ser y lo mejor era que no quedara evidencia.

Y es que esto es sólo un ejemplo de lo que ha sido la administración de la Plaza México en los últimos años. Una plaza que se está cayendo a pedazos y que ni dueños ni empresa son capaces de meter un solo peso a mantenimiento. La imagen de nuestra plaza llena de publicidad, letreros y señalizaciones más dignas de hotel de carretera que de una plaza de toros, entre muchas otras “áreas de oportunidad”, por decirlo suave, que tiene el inmueble.

Lo que algún día fue un lugar de referencia y de importancia. Una plaza en la que querían estar todos, toreros y aficionados, es ahora un centro de espectáculos dirigido y gestionado por unos cuantos a los que poco les importa lo que realmente representa ese lugar.

Y hay que señalarlos, porque entre dueños, empresa y equipo de “marketing” tienen secuestrada a nuestra querida Plaza México. La están denigrando de una manera nunca antes vista y los aficionados que somos conscientes de lo que esa plaza representa desde el inicio de su historia, tenemos que alzar la voz.

Señores Cosío, dueños de la plaza, señores Bailléres y Sordo, empresarios, señor Zulaica, gerente o posición equivalente, señores de marketing. Déjense de planificaciones y organizaciones de tercera y pónganse a trabajar.

Ustedes son los culpables de la situación actual que vive la Plaza México y que hace que se disperse al resto del país. No es casualidad que el estado actual de La México se refleje en el escalafón taurino mexicano, porque seguimos con los mismos de siempre por lo menos veinte años atrás y eso nos aburre, porque no somos capaces de exportar a España ni medio novillero y porque aquí viene la máxima figura del toreo a que le dé totalmente igual si le suenan los tres avisos.

Si no pueden con la chamba, tápense y dejen alguien más lo haga, pero dejen de pisotear a nuestra plaza.