Historia de las novilladas en la Plaza de Toros de Toledo
A lo largo de la historia de la plaza de toros de Toledo, los aficionados de la ciudad imperial han sido testigos de gran cantidad de novilladas y festejos de promoción que se han celebrado en el Centenario Coso de Mendigorria.
Desde la inauguración del coso toledano, allá por 1866 y durante el resto delas temporadas taurinas se han celebrado alrededor de ciento noventa novilladas en las que las promesas del escalafón han hecho su presencia en la Plaza capitalina.
Así, en los albores del recién estrenado coso se celebraron gran cantidad de novilladas siendo la primera constatada, la organizada por un grupo de aficionados con ganado de Pedro de la Morena y siendo los espadas actuantes Salvador Sánchez “Frascuelo” y El Pescadero. En esta primera etapa, durante la temporada taurina toledana se celebraban varias novilladas, siendo la más destacada, la celebrada en Julio de 1897 , en la que actuaron grandes novilleros de la talla de Manuel García “Reverterito”, Manuel Mejías “Bienvenida Chico” y Rafael Gómez “El Gallo”, estoqueando novillos de la ganadería toledana de Don Mariano Arroyo.
Sin embargo, no seria hasta la aparición de los hermanos Lalanda, en la primera década del siglo XX . Cuando las novilladas comenzaron a tener repercusión entre los aficionados y críticos taurinos. Siendo novilleros fundamentales en este periodo los toledanos Domingo González “Dominguin”, natural de Quismondo , quien actuó en 4 novilladas, Mariano Montes, oriundo de Portillo que hizo el paseíllo en cinco ocasiones o los hermanos Martin y Marcial Lalanda junto a su primo Pablo, naturales de Alameda de la Sagra y Ventas con Peña Aguilera respectivamente.
En este sentido,el culmen de esta brillante etapa novilleril, fue la despedida de Marcial Lalanda de novillero ante sus paisanos con reses de Miura en la temporada de 1921, compartiendo cartel con Nacional II y Pablo Lalanda.
Con la entrada de la década de los treinta y los cuarenta, las novilladas en el Coso de Mendigorria adquieren gran importancia como lo demuestran, el festejo celebrado el 31 de Mayo de 1929, en el que actúan dos figuras del momento como Luis Gómez “El Estudiante“ y Domingo Ortega, ante novillos de Domingo Polo. Esta actuación ha quedado para la historia como la única actuación de novillero en Toledo del Genio de Borox.
Así, en los años anteriores y posteriores a la Guerra Civil Española, se acartelan en el coso toledano novilleros de gran proyección como Antonio Bienvenida, quien actúa en seis ocasiones como novillero, Miguel Baez “Litri”, Antonio Ordoñez o los toledanos Morenito de Talavera, Pablo Lozano y Luis Redondo entre otros. Siendo lidiadas ganaderías históricas del campo bravo español como José Escobar, Zaballos, Albaserrada o Alicio Cobaleda.
Siendo la llegada de nuevas empresas al coso toledano, concretamente el empresario y gerente taurino Antonio González Vera y posteriormente Felicisimo Tejedor, quienes relancen las novilladas celebradas en Toledo. Como atestiguan los espectáculos celebrados durante las décadas de los cincuenta y sesenta,que sirven de escaparate para las promesas del escalafón a las puertas de Madrid.
En estas temporadas, hacen el paseíllo en la plaza de toros de Toledo novilleros de la tallla de Antoñete, Gregorio Sánchez o JoaquínBernardo. Sin olvidar, las repetidas actuaciones de los novilleros locales como Pepe Carbonell , Paquito Medina o Vicente Punzón.
Así mismo, la variedad ganadera y de encastes se encuentra presente con la lidia de ganaderías contrastadas como Castillo de Higares, Pérez de la Concha, Mariano García de Lora, Gabriel García de las Infantas o Marques de Albaserrada.
Como la sociedad, la fiesta de los toros evoluciona y el escalafón novilleril también sufre cambios. La llegada de los grandes medios de comunicación, la popularización de la fiesta de los toros con el fenómeno Cordobés y demás vicisitudes que provocan cambios sustanciales en la mentalidad de los novilleros.Así, durante las décadas de los setenta y ochenta, vivimos la llegada de novilleros con conceptos muy diferentes como Enrique Martin Arranz, Palomo II, Florentino Fernández “El Niño de la Plaza”, Julián Maestro, Carlos Collado “El Niño de la Taurina“.
Todo ello, sumado a la presencia de grandes ganaderías como Peñajara, Matías Bernardo, Francisco Galache o las toledanas Conde de Mayalde , Martin Peñato ,Alejandro Garcíay Laurentino Carrascosa.
Ya en los albores del siglo XX , concretamente los años noventa y principios de los años 2000. El numero de novilladas en el coso de Mendigorria se ve reducido, en detrimento de las corridas de toros, que acaparan el protagonismo de la temporada taurina toledana.
En estas temporadas, destacan en el escalafón de novilleros nombres como Jesulin de Ubrique, Cristina Sánchez, Manuel Caballero, DávilaMiura, Eugenio de Mora o José Luis Triviño, los cuales, forman parte de una nueva hornada de toreros emergentes que dejan su impronta en el coso toledano .Sin embargo, la falta de afición de las distintas empresas que han regentado el coso toledano en las últimas temporadas ha privado a la afición de disfrutar de los jóvenes valores del escalafón,y por ende se han visto disminuidas las oportunidades para los novilleros.
En este sentido, la última novillada en terna celebrada en Toledo fue la organizada para la Feria de Agosto de 2007, en la que participaron los novilleros Ignacio Rios, Salvador García y Juan Belda. Siendo la ultima novillada picada celebrada hasta la fecha, la encerrona del toledano Álvaro Lorenzo en el Domingo de Ramos de la temporada 2015.
Por todo ello, la recuperación de las novilladas en la plaza de toros resulta fundamental para el fomento y el futuro de la fiesta de los toros. Sin embargo, como la historia nos ha mostrado, el espectáculo que debe ofrecerse no solo debe tener presente la integridad de la fiesta en todas sus vertientes. Por ello, cualquier espectáculo de promoción que se organice debe contar con el máximo respeto a la liturgia taurina, los profesionales, ganaderos y aficionados pilares fundamentales de la tauromaquia .
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